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Explora las joyas del Mediterráneo en un crucero

joyas del mediterraneo

Está claro que, de vez en cuando el cuerpo pide que te des unas buenas vacaciones para dejar el estrés y el ajetreo del día a día bien atrás. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que en un crucero? Viajar a bordo de un barco mecido por las olas del mar que incluye todo tipo de comodidades para poder relajarte lejos de casa es todo un lujo. Pero, además, tendrás la oportunidad de hacer turismo en los diferentes desembarcos que el crucero hace en puntos estratégicos a lo largo del Mediterráneo.

Por ello, gracias a nuestros cruceros, podrás visitar las joyas del Mediterráneo y disfrutar de rincones excepcionales. También puedes visitar ciudades inolvidables y perderte por sus calles mientras descubres su patrimonio histórico y artístico. Así como también podrás  disfrutar de su rica y variada gastronomía. Sin duda, es una experiencia enriquecedora que merece la pena vivir alguna vez en la vida y que no podrás olvidar.

Por ello, en este artículo te vamos a explicar qué joyas del Mediterráneo tendrás la oportunidad de visitar en los distintos puertos de las ciudades costeras donde hacen escala nuestros cruceros. Por ello, presta especial atención, toma papel y boli y anota las joyas del Mediterráneo que más te interesaría visitar. Esto puede servirte de gran ayuda en el caso de que quieras escoger un crucero, ya que sabrás qué lugares y monumentos son los que más te apetece visitar en un viaje de estas características. 

La Sagrada Familia (Barcelona, España)

Se trata de uno de los templos más famosos y visitados de España, siendo uno de los símbolos más emblemáticos de la ciudad de Barcelona. Es una de las obras cumbre de la trayectoria artística del arquitecto catalán Antoni Gaudí, quien no consiguió terminar el proyecto al fallecer en 1926. 

Destaca por su descomunal tamaño y por seguir inconclusa casi 100 años después de la muerte de su arquitecto, aunque se cree que puede completarse en el próximo año 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Gaudí. Se caracteriza por un estilo orgánico con cierto aire neogótico, pero que imita las formas de la naturaleza. 

Tiene una planta de cruz latina con cinco naves centrales y un transepto de tres naves y un ábside con siete capillas. Posee tres fachadas principales y se prevé que tenga dieciocho torres, que elevarán la construcción a 172,5 metros de altura cuando esté finalizada. Toda una joya del mediterráneo que hay que ver, al menos, una vez en la vida. 

Teatro San Carlo (Nápoles, Italia)

El Real Teatro di San Carlo es un teatro de ópera construido en la ciudad mediterránea de Nápoles. Es un edificio colosal que se encuentra conectado al Palacio Real al lado de la Piazza del Plebiscito. Este teatro se inauguró en el año 1737, por lo que es considerado, en la actualidad, el teatro de ópera en activo más antiguo del planeta, por lo que actuar aquí es siempre sinónimo de prestigio. 

Fue construido y diseñado por Giovanni Antonio Medrano por encargo del rey Carlos III en un imponente y atractivo estilo neoclásico y con planta de herradura. Asimismo, se considera uno de los teatros del mundo que proporciona la mejor experiencia acústica desde cualquier punto de la sala. Todo ello lo hace una auténtica joya que no puedes dejar de visitar en tu crucero por el mediterráneo. 

Castel dell’Ovo (Nápoles, Italia)

aprovechando que hemos visto el Teatro de San Carlo de Nápoles, tampoco te puedes perder el “castillo del huevo” de la misma ciudad, otra de las joyas del Mediterráneo que no te puedes perder. 

Es el castillo más antiguo de la ciudad y uno de los más bellos, ya que se alza sobre el agua, en pleno golfo de Nápoles, entre los barrios de San Ferdinando y Chaia. Fue construido entre el siglo I a.C. y el siglo XVI d.C y ha sufrido derrumbes y posteriores reformas, por lo que su aspecto actual dista mucho de cómo lucía originalmente. 

Su nombre proviene de una antigua leyenda en la que se afirma que el poeta Virgilio escondió en su mazmorra un huevo mágico que era capaz de mantener todo el castillo en pie. Este castillo sufrió desperfectos que se explican, según la leyenda, debido a la rotura de este huevo. Otro lugar de obligada visita en tu viaje por el Mediterráneo, sin lugar a dudas. 

El Coliseo o Anfiteatro Flavio (Civitavecchia, Italia)

Las ruinas del Coliseo Romano se pueden observar perfectamente desde el puerto de Civitavecchia, donde tiene lugar una de las paradas de nuestros cruceros, por lo que es uno de los momentos más icónicos de nuestros viajes. 

Este edificio fue inaugurado en el año 80 d.C., siendo el mayor anfiteatro romano de toda la historia de Roma, con una estructura elíptica de 188 metros de altitud, 156 metros de ancho y 57 metros de altura. Se utilizaba como lugar de espectáculo en el que gladiadores y animales luchaban entre ellos por sobrevivir. 

Actualmente, el Coliseo Romano es uno de los mayores símbolos de Roma y de toda la cultura italiana. A través de esta construcción, podemos evocar la grandeza de lo que fue el Imperio Romano en todo su esplendor, por lo que es el monumento más visitado de toda Italia. Por ello, se trata de una de las joyas del Mediterráneo que merece la pena ver (y visitar) alguna vez en la vida. 

Palazzo San Giorgio (Génova, Italia)

El palacio de San Giorgio es uno de los edificios históricos más importantes y reconocidos mundialmente de la ciudad de Génova. Se encuentra en el distrito de Molo y consta de dos partes diferenciadas. Una de ellas es más antigua y es un ejemplo de arquitectura civil medieval y la otra es más reciente, de estilo renacentista, que se encuentra frente al mar.

La parte antigua de este palacio fue construida entre 1257 y 1260 por encargo de Guglielmo Boccanegra, que creó su propia sede para separar el poder civil del religioso y no se ha dejado de utilizar desde entonces. Por todo ello, es una de las joyas del Mediterráneo que debes explorar en un crucero. 

Basílica de Notre-Dame de la Garde (Marsella, Francia)

La basílica de Nuestra Señora de la Guarda es una basílica de gran belleza que forma parte del skyline de la ciudad francesa de Marsella. Se encuentra construida en la cima de un pico calcáreo, que se encuentra a casi 150 metros de altura sobre el nivel del mar y que se eleva trece metros sobre los restos de la antigua fortaleza que ya existía en esta cima en el momento en que se construyó.

Fue construida por el arquitecto protestante Henri Espérandieu siguiendo un estilo neo-románico y neo-bizantino, en que destacan los contrastes de color blanco y verde. Se terminó en el año 1864 y mide unos 60 metros de altura, por lo que se puede observar desde cualquier punto de la ciudad. Su belleza la hace merecedora de ser una de las joyas del Mediterráneo que debes visitar sin lugar a dudas al paso del crucero por la ciudad de Marsella. 

La Lonja de Palma de Mallorca

Se trata de una de las obras más importantes de la arquitectura gótica y que tenemos el privilegio de poder visitar en la ciudad de Mallorca. Fue construida por Guillem Sagrera entre los años 1420 y 1452. 

Destaca por su estructura de su interior, que contiene cuatro naves divididas por seis columnas helicoidales sin capitel que se unen directamente con los nervios de las bóvedas estrelladas. También existe en Valencia una lonja de una calidad similar que se construyó pocos años después de esta siguiendo el mismo estilo gótico pleno. Su gran belleza la hace merecedora de ser una de las joyas del Mediterráneo que puedes visitar en un crucero. 

La Catedral de Santa María Valencia 

Esta catedral es uno de los edificios más icónicos e importantes de la arquitectura histórica valenciana, ya que contiene una compleja mezcla de estilos arquitectónicos elaborados en distintas épocas. Así pues, encontramos en ella una evolución mientras duró su dilatada construcción, que tuvo lugar entre los siglos XIII y XVIII. 

Así pues, encontramos una portada románica, elementos de transición al gótico, como la portada gótica así como elementos renacentistas y barrocos, con la puerta de los hierros, de marcado estilo barroco. Esta mezcla hace que sea, sin duda, otra de las hoyas del Mediterráneo que no te puedes perder en un crucero. 

Por supuesto, nos hemos dejado en el tintero multitud de lugares igualmente importantes e interesantes que merece la pena visitar. Sin embargo, en este artículo no caben todos. No obstante, te recomendamos investigar qué lugares y monumentos quieres visitar. Así, podrás elegir el crucero que te permita visitar los lugares más esperados y cumplir, de esta manera, tus expectativas. 

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