Estambul es una de las ciudades más históricas que puedes encontrar a lo largo de una travesía en crucero por el Mediterráneo y uno de los principales destinos de cruceros. Antiguamente, esta era conocida bajo el nombre de Constantinopla y era conocida como la capital del Imperio Romano de Oriente, es decir, el Imperio Bizantino. Aunque fue la capital de Turquía y, con quince millones de habitantes, es la ciudad más poblada de Europa, en en la actualidad no es la capital del país, a pesar de que lo fue hasta 1923, año en que se trasladó la sede del gobierno a Ankara por razones estratégicas.
A lo largo de la historia, esta ciudad se ha considerado como uno de los puntos más estratégicos entre oriente y occidente y, por este motivo, ha sido dominada por distintos pueblos o civilizaciones. Gracias a ello, en la actualidad, Estambul es un destino que reúne distintas muestras de patrimonio histórico, artístico y cultural de distintos pueblos, lo que no deja de ser una muestra importante del valor y la riqueza cultural que alberga a orillas del estrecho del Bósforo.
Edificios tan impresionantes y antiguos como la basílica-mezquita de Santa Sofía de Estambul, la famosa —y colosal— Mezquita azul, así como el Palacio Topkapi o el famoso palacio de Cisterna Basílica son muestra de la impresionante riqueza cultural que puedes encontrar en los cruceros con escala en Estambul. Sigue leyendo si quieres descubrir toda la historia y los lugares principales que puedes descubrir cerca del puerto de una de las más importantes ciudades de Turquía gracias a los viajes que ofrece la naviera Oceania Cruises por el Mediterráneo.
La basílica-mezquita de Santa Sofía
Se trata, sin lugar a dudas, del símbolo más importante que puedes encontrar en una excursión a Estambul en un crucero por el Mediterráneo. Siguiendo la historia en el puerto de la ciudad, debemos recordar que Estambul —antiguamente llamada Constantinopla— fue fundada por el emperador Constantino el Grande a mediados del siglo V d.C. tras la caída del Imperio Romano de Occidente y de Roma como capital.
Tan sólo un siglo después, el emperador Justiniano ordenó erigir, en estilo bizantino, un templo de dimensiones descomunales, que es conocido, en la actualidad, como Santa Sofía. Con el tiempo el imperio romano de oriente también cayó y Estambul pasó a dominio del Imperio Otomano, convirtiendo este templo en mezquita con la adición de un púlpito y de unos enormes minaretes, pero respetando totalmente la estructura y conservando los mosaicos.
Se caracteriza por sus enormes dimensiones, la grandiosidad de su cúpula central, que crea un gran espacio diáfano central, sus magníficos mosaicos de temática religiosa y su robustez. De hecho, a lo largo de los siglos, ha sobrevivido incluso a graves terremotos sin sufrir grandes daños. En la actualidad es un museo, por lo que puedes visitarla en una excursión a Estambul en un crucero, siempre que lleves la ropa adecuada y te descalces antes de entrar.
La Mezquita Azul de Estambul
Junto con Santa Sofía, se trata de otra de las más grandes mezquitas de la ciudad de Estambul, aunque sus dimensiones son bastante más reducidas respecto a la anterior. Visualmente, se parece bastante a Santa Sofía, ya que tiene planta basilical, con una gran cúpula central y cúpulas más pequeñas en los lados del crucero, aunque, en este caso, se utilizaron materiales de color azul, incluyendo las vidrieras y los azulejos, que le dan esa tonalidad tan característica.
Fue erigida por el Sultán Ahmed I a comienzos del siglo XVII. En la actualidad ya no funciona como mezquita, sino como museo y, al igual que en Santa Sofía, puedes entrar, aunque no seas musulmán, siempre que lleves la ropa adecuada y vayas descalzo. Como curiosidad, podemos decir que se encuentra muy cerca de Santa Sofía, separada de ésta por una gran zona ajardinada.
El Palacio Topkapi
Si Santa Sofía y la Mezquita Azul son los dos lugares más conocidos que no te puedes perder en una excursión a Estambul en un crucero por el Mediterráneo, el Palacio Topkapi, por supuesto, no se queda atrás. Se inauguró a mediados del siglo XV y fue, durante casi cuatro siglos, hasta mediados del siglo XIX el corazón político de Turquía.
Se eleva sobre una colina y es el resultado de los añadidos que los diferentes sultanes fueron añadiendo al complejo, superponiéndose distintos estilos en cada nueva adición. De esta manera, consta de un complejo de edificios —que ocupa una extensión de 700.000 metros cuadrados— con cuatro grandes patios interconectados con una serie de galerías. Asimismo, cuenta con distintas salas, como la del Tesoro, la de Armas o la de las Reliquias, entre otras.
Su construcción fue ordenada por el sultán Mehmed II, seis años después de la caída de Constantinopla y del Imperio Bizantino, con la intención de otorgar al Imperio Otomano un palacio en la nueva capital. La ubicación elegida fue la colina del Sarayburno, con vistas al Cuerno de Oro y el Bósforo. Además de ofrecer residencia al sultán, también funcionaba como centro administrativo y político. Te recomendamos descubrir la Puerta Principal, el Salón Imperial, el Harén o el Patio de los Eunucos Negros. La visita puede durar más de tres horas, pero te aseguramos que merece la pena y que te sorprenderá.
Mezquita de Suleiman
Aunque, internacionalmente, no es un templo tan conocido como la Mezquita Azul o Santa Sofía, la Mezquita del sultán Suleiman el Magnífico, que fue erigida a mediados del siglo XVI es uno de los principales lugares que no te puedes perder en los cruceros con escala en Estambul. Es otro templo de tamaño colosal que, aunque no llegó a superarlas, se acerca a las dimensiones de Santa Sofía.
Visualmente, también tiene similitudes, ya que contiene una gran cúpula central de más de 25 metros de diámetro que se encuentra rodeada de otras cúpulas de dimensiones más reducidas. Al igual que la mezquita azul, está recubierta de azulejos de colores y más de 100 vidrieras de diferentes tamaños y formas que proporcionan un ambiente de misticismo al interior del templo.
El museo Arqueológico de Estambul
No puedes adentrarte en la historia en el puerto de Estambul durante tu crucero si no visitas el museo Arqueológico de la ciudad, que no se encuentra muy lejos de donde atracan los puertos en Estambul, cerca del Palacio Topkapi. Es un edificio de gran tamaño construido a finales del siglo XIX en estilo neoclásico, tal como se puede observar en su pórtico con frontón clásico y cuatro columnas de orden compuesto.
En su interior encontrarás veinte salas que reúnen una colección de obras de arte divididas en distintas galerías. Allí, puedes encontrar ejemplos de obras arqueológicas de época clásica, colecciones tracias, bitinia y bizantinas, del antiguo oriente, así como sobre la historia de Estambul y azulejos y cerámicas turcas.
En definitiva, podemos decir que explorar la historia en el puerto de Estambul durante un día de crucero es una experiencia fascinante que te da la oportunidad de ser testigo de siglos de legado cultural. Al visitar magníficos monumentos, tales como Santa Sofía y la Mezquita Azul o el esplendor del Palacio Topkapi y la grandiosidad de la Mezquita de Suleiman, en cada lugar encontrarás una ventana única al pasado glorioso que tuvo esta ciudad y que, de alguna manera, sigue estando presente. Por supuesto, no debes olvidar visitar el Museo Arqueológico para completar tu viaje a través del tiempo en este enclave histórico perteneciente a Turquía. ¡No lo esperes más y descubre Estambul en un crucero por el Mediterráneo!
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