Nápoles es una de las ciudades más fascinantes del Mediterráneo, un destino imprescindible para aquellas personas que se consideran amantes de la historia, la cultura y de las buenas pizzas. Esta espectacular ciudad es una de las paradas más populares dentro de los itinerarios de los cruceros por el Mediterráneo, por lo que es un destino bastante turístico.
Cuenta con casi un millón de habitantes en la propia ciudad y con más de tres millones en su área metropolitana, por lo que Nápoles no solo es la ciudad más poblada del sur de Italia, sino la tercera más importante del país. A esto debemos sumar que también es la capital de la región de Campania y uno de los centros culturales más importantes de todo el país.
Gracias a que podemos vislumbrar la silueta del icónico Monte Vesubio, famoso por su erupción del año 79 d.C., recortada en el horizonte somos conscientes de que su abarca siglos de historia, desde el Imperio Romano hasta la era moderna. Por ello, podemos decir que es una ciudad que ofrece un sinfín de posibilidades a los turistas, con independencia de que quieran probar una buena pizza napolitana, disfrutar de los paisajes de la región o empaparse de su rica y vasta historia.
Así que, si tienes la fortuna de hacer escala aquí a bordo de un crucero por el Mediterráneo te recomendamos leer este artículo. A través de estas líneas ayudaremos a descubrir qué ver en Nápoles en un día para que puedas aprovechar al máximo tu tiempo en esta enorme y fascinante ciudad que puedes visitar aprovechando los cruceros desde Barcelona.
Catedral de Santa María de la Asunción o de San Gennaro de Nápoles
En pleno centro histórico de Nápoles se alza el edificio religioso más importante de la ciudad, la Catedral de San Gennaro. Construida en el lugar donde antiguamente se encontraba un templo dedicado al dios Apolo, esta catedral fue inaugurada a principios del siglo XIV. Su arquitectura es interesante porque mezcla varios estilos, como el gótico, el barroco y, tras restauraciones recientes, neogótico.
Si bien el exterior es sobrio y austero, típico del arte gótico, el interior es espectacular gracias a la combinación de colores blanco y dorado. Contiene el baptisterio más antiguo de Occidente, así como varias capillas bastante conocidas, como la Capilla del Tesoro, que alberga reliquias de San Gennaro, el patrón de Nápoles.
El Castillo Nuevo (Maschio Angioino)
Si te apasiona todo lo relacionado con la historia medieval, no cabe duda de que el Castillo Nuevo puede ser una parada obligatoria para ti. Construido a finales del siglo XIII y remodelado en el siglo XV en estilo renacentista, esta imponente fortaleza es uno de los iconos más relevantes de Nápoles. Sus torres almenadas, hechas de piedra oscura, flanquean un arco triunfal de mármol blanco de 35 metros de altura, que conmemora la entrada de Alfonso V de Aragón en la ciudad.
En el interior, puedes explorar sus antiguas salas, galerías y capillas, así como disfrutar de vistas impresionantes del puerto y, por descontado, del atardecer y de la puesta de sol. Una visita en la que descubrir un edificio muy interesante, datos históricos y, además, disfrutar de los paisajes más espectaculares de la región.
No demasiado lejos de la catedral y ubicada también en el casco antiguo, también se encuentra la Basílica de Santo Domingo Mayor, un templo gótico construido entre finales del siglo XIII y principios del XIV. Su exterior austero contrasta con su interior lleno de detalles y colores.
Las bóvedas de crucería con columnas adosadas, decoradas en blanco, azul y dorado, proporcionan un espectáculo visual que no querrás perderte. Esta iglesia, aunque es bastante menos conocida que la catedral, puede proporcionarte un respiro en medio del bullicio de esta ciudad.
El Palacio Real
Por descontado, el Palacio Real de Nápoles es una joya de la ciudad que destaca tanto por su historia como por su majestuosidad y grandiosidad arquitectónica. Construido a principios del siglo XVII, fue hogar de los virreyes españoles, de los Borbones y de la Casa de Saboya.
Su fachada destaca por estar decorada con estatuas de los principales reyes de la ciudad, mientras que su interior alberga estancias reales que todavía cuentan con mobiliario de época y una decoración exquisita y lujosa que merece la pena descubrir. Hoy, el palacio también alberga la Biblioteca Nacional, pero se puede visitar sin problemas.
Castel dell’Ovo (Castillo del Huevo)
El Castillo del Huevo es uno de los lugares más pintorescos de Nápoles, situado en el islote de Megaride. Se trata de una antigua fortaleza, cuya historia se remonta al siglo I a.C., y que debe su nombre a una leyenda según la cual el poeta Virgilio escondió un huevo mágico en sus cimientos. Según la creencia popular, la rotura del huevo causó la caída del castillo y una serie de desgracias y catástrofes en la ciudad.
En la actualidad, este castillo o fortaleza es un lugar ideal para descubrir y disfrutar de las vistas del Golfo de Nápoles, la ciudad y el Vesubio. Además, su interior alberga salas de exposiciones, galerías y terrazas que, sin lugar a dudas, te van a sorprender y harán que la experiencia de visitar esta ciudad sea muchísimo más rica. De hecho, desde algunas de estas terrazas, podrás disfrutar de unas panorámicas impresionantes y hacer muchas fotos que te llevarás de recuerdo a tu casa.
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
Si te apasiona la historia, el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles es un imprescindible. También se trata de un enorme palacio del siglo XVI que alberga una de las colecciones arqueológicas más importantes de Europa. Por ejemplo, aquí encontramos la famosa Colección Farnesio, con piezas provenientes de Roma, pero también restos provenientes de las ciudades de Pompeya y Herculano. Asimismo, también cuenta con una sección dedicada al Antiguo Egipto y el espectacular Salón del Reloj de Sol, por lo que merece mucho la pena visitar este museo.
Galería Umberto I
Para disfrutar de una experiencia que rompa la tónica medieval, pero que es igualmente impresionante, te recomendamos visitar la Galería Umberto I, situada cerca del Castillo Nuevo. Este espacio recuerda a la famosa Galleria Vittorio Emanuele II de Milán, con su espectacular techo de cristal y hierro y su diseño en planta de cruz que recuerda a una de las naves de una catedral. Aquí encontrarás tiendas, restaurantes, cafeterías y mucho más, todo en un entorno elegante y artístico. Sin lugar a dudas, uno de los mejores lugares que ver en Nápoles en un día donde podrás degustar la mejor pizza napolitana de la región.
Pompeya: una visita rápida e inolvidable
Si tienes tiempo, te aconsejamos dedicar unas horas a visitar Pompeya, situada a unos 30 kilómetros de Nápoles. Esta ciudad romana, que fue enterrada bajo la lava por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., es uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes del mundo. Puedes llegar fácilmente en tren en media hora y explorar sus calles, templos, teatros, termas y casas perfectamente conservados. También puedes visitar la ciudad de Herculano, otra ciudad romana arrasada por la misma erupción.
Si llegas en un crucero y te preguntas qué ver en Nápoles en un día de crucero, no olvides priorizar los lugares que más te apetezca visitar. Con independencia de que optes por dar un paseo por su casco histórico o quieras realizar una excursión a Pompeya, no nos cabe ninguna duda de que esta ciudad siempre dejará en tu memoria unos paisajes que no podrás olvidar fácilmente.
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